Autor: Ram Gallegos

"Existe una gran confusión, especialmente entre la izquierda y otras corrientes progresistas, acerca del rol que juega la espiritualidad y otras formas similares de crecimiento personal en la sociedad postindustrial.

La idea más común es, tal vez, que la espiritualidad, en especial de la corriente New Age, es una especie de distracción de los problemas sociales "reales" y del involucramiento social, y que los cursos de crecimiento personal ofrecen una "individualización" de los problemas e injusticias sociales. A menudo se considera a estas prácticas como aliadas del capitalismo neoliberal ya que "el individuo" no tiene a nadie a quién culpar mas que a sí mismo y sólo puede trabajar con su propia mente: "no protestes, sólo ve a casa y medita". Debería abordar este problema ya que mi propio trabajo (que pone especial énfasis en el desarrollo interior de la población) puede ser sujeto a reacciones similares.

Sugeriría un entendimiento diferente de la situación, uno que requerirá que nos mantengamos en el nivel hipotético hasta que podamos estudiarlo con datos relevantes: en concreto, que la espiritualidad y el crecimiento personal son de hecho lentes de aumento para las distinciones de clase.

Me refiero a lo siguiente. Si ya te encuentras en una posición de seguridad financiera, buen acceso a la información y sensibilidad cultural a los fraudes y tendencias, puedes participar en cursos de meditación y programas de crecimiento personal de alta calidad que cuentan con soporte científico y que te ayudarán a aprender cosas nuevas sobre ti. Esto en general mejorará tu calidad de vida y te hará más competente social, emocional y económicamente.

Pero si estás en el lado opuesto del espectro de clase y tienes poco dinero, poco acceso a buena información, poca habilidad para evaluar críticamente las promesas o afirmaciones disparatadas y en general te encuentras en una situación más desesperada (en una "mentalidad de escasez") es más probable que te vendan gemas mágicas y encantamientos ineficaces, suplementos alimenticios caros, servicios de adivinación, consultoría astrológica y toda clase de ideas fraudulentas (como "El Secreto", la idea de que puedes producir riqueza si piensas en dinero a través de la "mecánica cuántica"). Todo esto te hace perder tiempo valioso, dinero, atención y recursos en cosas que empeoran tu vida. Tus creencias espirituales simplemente te hacen más vulnerable a la cruda explotación.

Así es que tenemos una escala de clase (entendiendo la "clase" en su sentido más amplio) que se magnifica a través de las prácticas espirituales y el crecimiento personal en la sociedad. Muy pocas personas tienen una vida espiritual rica, pero en la minoría que adopta visiones espirituales del mundo, la diferencia de clase aumenta.

En la cima de esta escala encontrarás a los integralistas (aquellos que siguen la elaborada "espiritualidad integral" de Ken Wilber). Estas personas son las relativamente privilegiadas que adoptan enseñanzas difíciles y esotéricas y prácticas del cuerpo sutil, y las siguen al pie de la letra por años mientras logran mantener relativamente intacta una visión científica del mundo en el proceso. Su pensamiento y experiencia de vida se enriquece y desarrollan una mayor profundidad existencial y estados subjetivos más altos, llegando al punto donde ellos mismos pueden vender servicios a precios favorables. Se enriquecen a lo largo de la escala.

Al segmento medio le podemos llamar la burguesía del yoga. Estos pueden enredarse en la astrología, en cursos "que cambian vidas" dando soluciones rápidas y tomar algunos suplementos absurdos, pero en gran medida siguen estando energizados por su práctica espiritual y están lo suficientemente estables económicamente para hacerlo con buena consciencia. Puede que crean en un poco de magia aquí y allá, pero en general entienden que deben mantener esas discusiones para ellos mismos y no arruinar sus vidas profesionales en el proceso.

Y después, en la parte inferior de la escala, tenemos al precariado astrológico. Aquí las creencias mágicas de las personas desesperadas resultan en mayores vulnerabilidades, lo cual lleva a cruel comercialización del alma humana.

En una sociedad capitalista que se ha vuelto híper capitalista con el avance del internet, las personas desamparadas han sido obligadas a creer en los peores disparates imaginables y en verdad no se ve fin para los lugares de explotación: teorías de conspiración, aliens, vidas pasadas, fantasmas, cienciología, adivinación, "sanación", alternativas a las vacunas. La lista sigue y sigue y la oferta de cinismo inhumano con el que se produce, empaqueta y vende parece no tener fin.

Pero las esperanzas y aspiraciones del precariado astrológico son traicionadas cuando las soluciones rápidas no se materializan más allá del placebo. Y gastas todo un año pagando a curanderos para que te ayuden cuando lo que en realidad necesitas hacer es poner en orden tu vida y organizar mejor tus finanzas personales. Y terminas sintiéndote más desesperado y culpable.

Las personas en el precariado astrológico frecuentemente sufren de enfermedades mentales severas y frecuentemente terminan bajo tratamiento psiquiátrico; los psiquiatras han sido testigos de la prevalencia de personas con trastorno límite de la personalidad que han sido utilizados y explotados por mediums y charlatanes. Esta es la cruel comercialización del alma.

Es tentador, desde una perspectiva clásica de izquierda, pensar que la espiritualidad y el crecimiento personal son simples disparates que no ofrecen un camino hacia una equidad más profunda. Sin embargo, sostengo que son de hecho clave para la transformación social, incluso más allá de la equidad, llevándonos más cerca a formas más profundas de equidad a los que he llamado equivalencia y ecuanimidad.

No obstante, me mantendría escéptico de cualquier intento de centrar la transformación social sólo en la espiritualidad y el crecimiento personal. Esto sólo llevaría a una exacerbación de la desigualdad en su sentido más profundo y venenoso.

La espiritualidad y el crecimiento personal son sustancias pesadas; son sin duda espadas de doble filo. Hoy en día se han convertido en lentes de aumento para la desigualdad y la estratificación de clase; mañana, inshallah, podrían convertirse en herramientas universales para el empoderamiento, la emancipación y la solidaridad universal.

¿Sería tan extraño si, en las enigmáticas y silenciosas profundidades de los corazones y mentes humanas (o posthumanas), encontremos una igualdad más profunda?"

- Hanzi Freinacht ... See more